Las pérgolas automáticas son la solución más adecuada para disfrutar de comodidad en el manejo y de una mayor eficiencia. Cuando instalamos una pérgola en nuestro jardín o terraza lo que buscamos es crear un espacio en el que podamos disfrutar del aire libre pero a la vez tengamos cobijo de la fuerza del sol o de las rachas de viento.
Para lograr un ambiente adecuado a cada momento, lo más eficaz es controlarlo mediante los toldos horizontales y verticales de la pérgola.
Comodidad y eficiencia con pérgolas automáticas
Una pérgola automática, motorizada y domotizada es la forma más eficaz de sacar el máximo partido a su pérgola. En la mayoría de los casos, las pérgolas tienen un tamaño considerable y, aunque se puedan extender o recoger de manera manual, lo cierto es que su manejo es incómodo.
Para que la manipulación sea más fácil basta con incluir un kit de motorización. En el mercado existen muchas opciones para atender las necesidades y exigencias de cada cliente. Además, en el caso de los mecanismos más avanzados con programación y sistema de sensores, se pueden incorporar fácilmente al sistema domótico de la casa para tener un mayor y mejor control.
Pérgolas automáticas para cada caso
Dependiendo del tamaño de la pérgola y del uso que queramos darle, necesitaremos un tipo de motorización diferente.
A la hora de elegir el automatismo debemos tener en cuenta cómo es nuestra pérgola. En el caso de que sea una pérgola de tipo tradicional con toldos, ya sea retráctil o de techo plegable, la motorización se encargará de recoger o estirar los toldos. Sin embargo, si hemos apostado por un sistema más moderno con lamas orientables, es decir, por una pérgola bioclimática, el automatismo será más complejo.
Ventajas de las pérgolas automáticas
Sin duda con una pérgola automática obtenemos importantes ventajas. Una de ellas es por supuesto la comodidad de pulsar un botón y que el toldo se extienda o se recoja sin tener que echar mano de los músculos.
Pero también hay otras ventajas asociadas a los sistemas más completos que incorporan sensores y programadores.
Con una pérgola con sensores podemos conseguir una mejor climatización y protección. Por ejemplo, cuando llegue determinada intensidad de sol se extenderá el toldo de manera automática para mantener el espacio más fresco. Si por el contrario está extendido y comienza a llover, un toldo con sensor de lluvia se recogerá y se cuidará así el buen estado de las telas. Y esto se traduce para ti en un ahorro en mantenimiento y económico.
¿Buscamos entre los modelos de pérgolas automáticas cuál es la más apropiada para tu casa?