A menudo asociamos una pérgola al buen tiempo, al sol, al calor y a una cerveza bien fresca bajo su sombra. Pero ¿por qué no disfrutar de este espacio todo el año? Te comentamos algunos aspectos importantes para hacer una pérgola que utilices los 365 días del año.
Tipos de cubierta
Seguro que una de las imágenes que te viene a la mente cuando piensas en una pérgola es una estructura de aluminio con toldos móviles. Y es una opción muy válida, pero no es la única, las dos opciones más populares son:
- Pérgola de techo de tela retráctil
- Pérgola bioclimática
Dentro de las pérgolas de tela tienes diferentes posibilidades. Una es una pérgola de techo plano, en la que la lona queda estirada lisa y se recoge en un rollo. También puedes escoger una pérgola de techo plegable en el que el toldo se pliega haciendo ondas.
Por otro lado, la pérgola bioclimática es la que su cubierta está formada por lamas de aluminio orientables. Un sistema que ayuda a controlar la temperatura y la sombra que quieres para el interior.
Cómo diseñar y hacer tu pérgola
Ahora que ya conoces los sistemas de cubierta que te van a permitir usar la pérgola todo el año, vamos con otros aspectos importantes que te pueden ayudar a diseñar y a hacer tu pérgola.
En primer lugar, la climatología. El calor ya lo damos por hecho, lo importante es saber si la casa está en una zona de lluvias. Si durante los meses de otoño e invierno llueve bastante o son comunes los episodios de lluvia intensa, tipo gota fría, presta mucha atención a la elección de la tela. Esta debe ser impermeable o con PVC para que aisle el interior y no se estropee.
Otro factor climatológico a tener en cuenta es el viento. Si hay fuertes rachas de viento, la tela microperforada va a ser la más adecuada. Por sus muchísimos finos agujeros pasará el viento y gracias a ello tendrás protección y a la vez un ambiente fresco y bien ventilado.
En ambos casos es conveniente incorporar un sistema de automatización con sensor de lluvia y/o viento que ante determinado rango se recoja para proteger la lana.
Tu entorno
Otro de los aspectos esenciales para hacer tu pérgola es el entorno, las características del patio o del jardín. Tienes que tener en cuenta la orientación y las horas en las que entra el sol con más fuerza.
También hay que observar el terreno y buscar la mejor ubicación. Mira bien a tu alrededor en busca de obstáculos naturales (árboles, piedras, setos, desniveles…) y arquitectónicos (peldaños, bancales, rampas, piscina…) porque van a ser determinantes para decidir el tamaño y la colocación de la pérgola.