Si estás decidido a instalar una pérgola en tu patio o jardín, seguro que una de las disyuntivas es elegir el material adecuado. Un material que te permita disfrutar durante muchos años de tu pérgola y que estéticamente te permita integrarla en el entorno y personalizarla con tu propio estilo. Entre los materiales más habituales para este tipo de estructuras,madera o metal, te presentamos 5 motivos que convencerán para decantarte por una pérgola de metal.
Las ventajas de una pérgola de metal
La madera aporta calidez, elegancia y estilo a una pérgola, pero no nos engañemos, es un material delicado que precisa bastantes cuidados. Sin embargo, una pérgola de metal es una excelente opción que aporta funcionalidad y estética para cubrir un espacio al aire libre. Pero ¿qué características tiene una pérgola de metal para haber cautivado a tanta gente? Aquí te presentamos 5 motivos que podrían convencerte:
- Durabilidad. El metal es un material resistente y duradero que soporta muy bien las inclemencias del tiempo. Una pérgola de metal bien construida puede durar muchos años sin necesidad de mantenimiento, ya que, en el caso de las pérgolas de aluminio no se oxidan y basta con un paño húmedo para que luzcan como el primer día.
- Versatilidad. Las pérgolas de metal pueden ser diseñadas en una amplia variedad de estilos y tamaños para adaptarse a cualquier espacio. Además, el metal se presta a la creación de formas más complejas, lo que permite que la pérgola sea un elemento arquitectónico distintivo de la vivienda.
- Protección solar. Uno de los principales objetivos de las pérgolas es ofrecer protección frente al sol. Pues con una pérgola de metal con cubierta bioclimática se consigue la mejor y más amplia protección. Este tipo de cubierta permite ajustar la gracias a las lamas móviles y orientables la cantidad de luz que entra en la pérgola, proporcionando una sombra fresca y cómoda en los días calurosos.
- Protección contra la lluvia. Tanto las pérgolas de sistema bioclimático como las de techo de toldos móviles son una excelente opción para protegerse de la lluvia. Los toldos, realizados con tejidos impermeables, pueden cerrarse para mantener el espacio debajo de la pérgola seco en caso de lluvia. Y la misma, o incluso mayor, ofrecen las pérgolas bioclimáticas.
- Un material económico. Por último cabe destacar que las pérgolas hechas de metal suelen ser más asequibles, dado que, por ejemplo el aluminio es un material común y fácil de trabajar. Algo que abarata costes.
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