Ahora que el otoño y el invierno están más próximos hay una posibilidad de seguir compartiendo veladas al aire libre en el jardín gracias a las pérgolas de PVC. Las estructuras con cubiertas fijas o móviles de tejidos con PVC proporcionan calor y protección ante la lluvia que alargan la temporada de disfrute.
Características de los tejidos para pérgolas de PVC
El principal rasgo distintivo de las pérgolas de PVC es la impermeabilidad. Los tejidos que incorporan el PVC son materiales que repelen el agua, de modo que proporcionan un completo aislamiento del habitáculo.
La tela no se empapa ni se cala, permanece seca mientras que las gotas de agua se deslizan hacia los lados donde son recogidas por un sistema de drenaje que envía el agua directamente al suelo o a un desagüe.
Otra característica de los tejidos de PVC es que están soldados, no cosidos, por lo que el sellado es más firme y hace que su resistencia y duración sea mayor que, por ejemplo, el tejido acrílico que es también uno de los más resistentes.
Esta dureza del tejido también hace que sea muy resistente ante los desgarros. Soporta los ajetreos diarios sin apenas estropearse.
Por último cabe destacar que a las pérgolas de PVC se les puede añadir un tratamiento ignífugo que incrementa su resistencia y seguridad, por ejemplo cuando la pérgola está cerca de una chimenea o de una barbacoa.
Inconvenientes
Aunque son muchas las ventajas de este tipo de lona, también presenta algunos inconvenientes. Uno de ellos es que para zonas de mucho calor, con mucha exposición al sol, no son recomendables, porque ventilan mal, y hace demasiado calor en el interior.
Otra desventaja de este tipo de cubierta para pérgola es el estilo, resulta un poco más tosca, da menos juego como elemento decorativo.