Sacar más partido a los metros cuadrados de tu jardín es posible con una pérgola de pared. Gracias a esta estructura de fácil instalación tendrás un porche funcional que te ayudará a aumentar los metros habitables de casa y a crear un espacio multiusos.
Pérgola de pared para aprovechar los espacios
Una zona más en casa dónde comer, dónde sentarse a leer un libro o dónde vigilar tranquilamente a tus hijos mientras juegan es lo que te ofrece una pérgola de pared. Una estructura que se une a tu fachada y habilita un nuevo espacio que puedes dedicar a lo que más te guste.
Una pérgola de pared es un valor añadido para tu hogar, es un espacio práctico en el que te sorprenderás pasando cientos de horas.

Un porche como tú quieras
Lo bueno de una pérgola de pared es que puede adaptarse a la estética de tu casa o de la urbanización. Se une al estilo ya existente contribuyendo a dar armonía al conjunto.
Puedes escoger una pérgola de pared de techo recto o inclinado. Si estás en una zona de lluvias abundantes será mejor optar por un tejado a un agua, así evitarás cualquier problema de humedad o acumulación de agua.
Respecto al tipo de techo también debes tener en cuenta todas las opciones. Puedes poner un techo solo de travesaños, ya sean de madera o de aluminio, un techo de lona con sistema retráctil o, si buscas el máximo control, escoge una pérgola bioclimática.

Pérgola de pared: ¿sol o sombra?
Como si fueras a sacar una entrada para los toros, en tu pérgola de pared puedes escoger en cada momento qué quieres: sol o sombra.
Los sistemas de pérgolas con toldos retráctiles te permiten extender o recoger el toldo cuando quieras y tener así la cantidad de sol que te apetece. Además, a los sistemas automáticos de recogida se pueden añadir sensores de lluvia, de viento o de luz para controlar cuándo se deben recoger o desplegar.
Ten en cuenta además que este sistema de control ayuda a cuidar tu sistema de protección y poder disfrutar de tu pérgola de pared durante mucho más tiempo.