La elección del material para una pérgola es una cuestión realmente importante, porque de ella depende la forma, tamaño y seguridad de la estructura. Si estás pensado en escoger el aluminio, te recordamos 5 motivos por los que decidirte por pérgolas de aluminio.
Pérgolas de aluminio, firmeza y versatilidad
Es cierto que una pérgola es, en principio, una estructura sencilla. Sin embargo, da mucho juego y se puede personalizar hasta conseguir un espacio único y original. Entre las características que hacen de las pérgolas de aluminio una buena elección destacan:
- Resistencia. El aluminio es un material fuerte que aporta firmeza a las estructuras. Resiste sin problema situaciones de estrés como temporales de viento y, por supuesto, el trasiego de la actividad diaria.
- Grandes dimensiones. Gracias a la dureza de este material se pueden proyectar pérgolas de todo tipo de dimensiones. En las de gran tamaño queda garantizada la estabilidad de la estructura y, además, permiten hacer diseños con pilares estrechos que aparten ligereza al conjunto.
- Durabilidad. Una de las ventajas de las pérgolas de aluminio es que no se oxidan. Las propiedades del material hacen que ni la lluvia, ni la humedad le afecte permaneciendo en perfecto estado durante mucho tiempo. Esto significa que demandan poco trabajo de mantenimiento y también pocos gastos.
- Versatilidad. El aluminio es un material fácil de manipular, lo que permite una gran libertad creativa. Con el aluminio como elemento base se pueden realizar estructuras muy diversas que se amoldan a las necesidades de cada casa y a los gustos de cada cliente.
- Precio asequible. El aluminio es un material fácil de encontrar y esto hace que los precios sean moderados y que el coste final de la pérgola sea asequible a todos los bolsillos. Además, como las pérgolas de aluminio son muy resistentes, en poco tiempo la inversión queda amortizada.