La búsqueda de una pérgola que cumpla con todos los requisitos que necesitamos es una tarea a la que hay que dedicar tiempo. Para encontrar pérgolas de jardín baratas que reúnan calidad en los materiales y funcionalidad no te dejes cautivar solo por el precio.
No es oro todo lo que reluce
El precio es muy importante, eso es evidente, pero cuando compramos cualquier cosa no hay que fijarse solo en el dinero que nos cuesta. Y en el caso de las pérgolas no es una excepción.
Bajo el gancho de un precio bajo podemos encontrar pérgolas con estructuras de poca firmeza. Pérgolas hechas con materiales más flojos, con tornillería de baja calidad o con malos ensamblados, que pasado poco tiempo no presentan la resistencia necesaria que garantice la seguridad que se precisa en este tipo de instalaciones.
La cubierta de las pérgolas de jardín es otro de los puntos en los que hay que fijarse. Al igual que con el material de las estructuras, en el mercado hay soluciones con toldos muy flojos que se pueden rasgar fácilmente con el viento o con los roces diarios. Telas sin los tratamientos adecuados a la climatología (sol o lluvia) que se estropean antes de lo que deberían.
Sin libertad de elección
Además de estos problemas, las pérgolas de jardín baratas suelen ser prefabricadas, lo que es un inconveniente a la hora de conseguir el espacio de protección deseado.
Por eso hay que tener en cuenta que el bajo coste lo pagas limitando tu libertad de elección y quizás desaprovechando espacio.
Las buenas pérgolas de jardín baratas
No todo son cosas malas en las pérgolas que salen a buen precio. O mejor dicho, hay que saber interpretar el concepto de una pérgola barata en su sentido más amplio.
Un producto es barato cuando responde a nuestras exigencias de:
- Funcionalidad
- Calidad
- Estética
- Durabilidad
Si un producto cumple con estas características, aunque en el momento de pagarlo haya sido más alto, estará justificado. Nos habrá resultado rentable y eso es lo que suele pasar con las pérgolas hechas a medida.