Cuando proyectamos una pérgola, ya sea para un jardín o para la terraza de un ático, buscamos protección y funcionalidad, pero también armonía con el espacio y belleza estética. En esta búsqueda de la pérgola ideal el material es primordial, así que una de las cuestiones que se nos plantea es “¿debo construir una pérgola de madera o de aluminio?
Pues lo sentimos, no hay una única respuesta. Ambas opciones proporcionan pérgolas resistentes, duraderas y estéticamente bonitas. Como puedes suponer, la decisión es una cuestión personal, pero es cierto que cada material presenta unas características que son importantes conocer.
Por qué construir una pérgola de madera
Uno de los principales motivos por los que las personas se deciden a construir una pérgola de madera es por la belleza. Este es un material natural que aporta calidez, elegancia y crea un ambiente acogedor.
Hay muchas opciones de madera, aunque la más empleada suele ser el pino. El color siempre se puede personalizar para darle un aspecto más rústico o un aire más nórdico y minimalista.
El complemento para construir una pérgola de madera es una cubierta de toldos. La mejor opción son los toldos móviles que, además de proteger la tela, permiten decidir la cantidad de solo o de sombra que se desea.
Ventajas de una pérgola de aluminio
Otro de los materiales más empleados para pérgolas es el aluminio. Desde hace años está tomando la delantera a la la madera o el hierro y el motivo principal es su durabilidad y fácil mantenimiento.
A diferencia de la madera que requiere cuidados para evitar los parásitos y para lucir en perfectas condiciones, el aluminio apenas demanda atención. Es resistente a la corrosión y soporta cualquier tipo de inclemencia meteorológica. Esto significa que ni hay trabajos de mantenimiento ni gastos derivados de ello.
A esto se añade que es un material fácil de trabajar, ligero y que se puede personalizar de mil maneras. Se pueden crear espacios de aire moderno o más tradicionales y rústicos con acabados en madera.
¿Por cuál te decides?