Las medidas de la pérgola que vamos a instalar en nuestra terraza o jardín son muy importantes. Antes de escoger hay que pensar bien para que queremos el espacio. Dentro de las distintas opciones la pérgola de 3×4 es la más habitual.
Descanso y relax

Una pérgola 3×4 nos proporciona los metros suficientes para poder disponer de un espacio en el que podamos relajarnos una tranquila tarde de primavera o cenar durante las noches de verano.
El cobijo que proporciona una pérgola 3×4 es adecuado para instalar una mesa y sillas para 6 comensales o también puede distribuirse el espacio en una zona para comer 4 personas y tener un rincón con butacas o sofás de mimbre donde reposar la comida.
Si la ubicación de la pérgola es cercana a una piscina disfrutaremos del espacio suficiente para poner unas tumbonas y una mesa baja para tomar un refresco después de un baño.
Materiales para todos los gustos

Partiendo de estas medidas las opciones son muchas. En cuanto a los materiales de la estructura encontramos tres opciones: madera, aluminio y obra. Dadas las dimensiones la madera y el aluminio resultan prácticos.
Las pérgolas 3×4 de madera se pueden realizar con madera de pino o de caoba con un secado adecuado y unos tratamientos de impermeabilidad garantizan una larga vida a la estructura. Sin embargo, la elección de este material implica tener que prestarle atención y mantenimiento para su correcta durabilidad.
El otro material más empleado para una pérgola de 3×4 es el aluminio. Con pilares cuadrados, rectangulares o columnas estas pérgolas se convierten en estructuras estables y duraderas. El aluminio además de resistente es un material que soporta muy bien las inclemencias del tiempo y no se deteriora por lo que su demanda de mantenimiento es muy escasa.
Sistemas de cobertura
Las opciones de techumbre de una pérgola de 3×4 son varias. Una de las más simples es la de travesaños de madera o de aluminio (según sea la estructura). Gracias a este sistema se tiene una zona de sol y sombra que además permite que entre el aire para tener un ambiente bien ventilado.
Otra de las opciones son los toldos. Dentro de ellos hay una gran variedad de tejidos, colores y tratamientos que permiten personalizar la protección y el estilo decorativo. Además la cobertura con toldos puede ser fija o móvil mediante un sistema de recogido en ondas o liso.
Por último está el sistema de cobertura bioclimática que consiste en lamas de aluminio orientables que se gradúan para conseguir el punto de luz y aire que queremos en cada instante. Este último sistema es el más costoso, pero también el que reúne más ventajas y el que permite disfrutar de este espacio al aire libre los 365 días del año.