Hoy queremos hablar de un sistema de cerramiento que proporciona protección y a la vez permite disfrutar de la luz natural: las pérgolas de cristal. Una elección moderna y elegante que encaja con todos los estilos.
Cuando pensamos en pérgolas nos viene a la cabeza la imagen de una pérgola con toldos que extendemos o recogemos dependiendo de las circunstancias. Pero también está la posibilidad de construir pérgolas de cristal, tanto para terrazas como para patios y jardines.
Disfruta de las vistas con pérgolas de cristal
Aprovechar aún más el privilegio de una terraza en un ático es posible gracias a las pérgolas de cristal. Se puede cubrir toda la terraza o solo una pequeña zona. La estructura o base de la pérgola se realiza con finas columnas de aluminio que son ligeras y firmes a la vez, que puede ser recta, curva o con inclinación.
Es decir, no hay problemas por instalar una estructura pesada que pueda afectar al edificio.
La cubierta se hace a base de paneles de vidrio, tratados especialmente para resistir tanto las inclemencias del tiempo como los golpes.
La ventaja de las pérgolas de cristal es que te permite seguir disfrutando de las vistas y teniendo la sensación de libertad.
Lo mismo sucede en un jardín, donde las pérgolas de estas características resultan ideales para no oscurecer la casa.
Accesorios y complementos
Las pérgolas de cristal se pueden completar con cortinas de cristal. Paneles de vidrio móviles que ayudan a cerrar una terraza o un porche en el jardín.
Este tipo de complemento es ideal para terrazas y balcones abiertos, ayudando a ampliar los metros cuadrados habitables de la vivienda.
Son cristales que han recibido tratamientos especiales, pero también se le puede añadir mejoras como protección contra los rayos solares. Además el cristal es un material que no sufre desgastes y permanece en perfecto estado.
Otra opción para las zonas donde el sol aprieta es incorporar un sistema de toldos o estores que se extienden o recogen para crear una zona de sombra.