En las zonas donde hay una alta probabilidad de lluvias tener un sistema de protección para disfrutar de las tardes en el jardín es casi imprescindible. Y una de las fórmulas de protección más prácticas son las pérgolas móviles. Veamos las opciones.
Pérgolas móviles de toldos
A la hora de escoger un tipo de pérgola las de cubierta de toldos retráctiles son las más populares. Un clásico en los espacios abiertos que ayuda a sacar el máximo partido de este tipo de habitáculos.
Al disponer de un sistema móvil se pueden aprovechar los momentos de sol y buen tiempo para recogerlos y disfrutar de tener solo el cielo sobre nuestra cabeza. Pero ante la llegada del chirimiri o llovizna no hay motivo para dejar el jardín. Basta con extender el toldo para continuar saboreando una taza de café.
Los materiales
Para ello hay que escoger bien los materiales. La base y toda la estructura es mejor que sea de aluminio y no de otros materiales como el hierro (que se oxida) o la madera (que sufre con el agua y se puede hinchar). El aluminio además de firme y resistente no es corrosivo y demanda poco mantenimiento.
El tipo de tejido de los toldos es otro de los elementos clave para unas pérgolas móviles en zonas lluviosas. Los tejidos de PVC, el poliéster y el Screen out son muy efectivos ante la humedad y la lluvia. Gracias a sus propiedades impermeables el agua no traspasa y se puede permanecer bajo la pérgola sin miedo a mojarse.
Pérgolas de techo de cristal y bioclimáticas
Otra opción de cobertura es una pérgola de techo de cristal móvil. Las placas de cristal permiten tener la máxima visibilidad y luz natural que en zonas con tendencia a la lluvia y a los cielos nublados son muy importantes. Además, si se pone a llover se permanece completamente protegido. Este tipo de pérgola con placas móviles se puede abrir para disfrutar del buen tiempo.
Por último cabe destacar la pérgola bioclimática. Un sistema de cobertura a base de lamas de aluminio que se pueden mover con una variación de 0 a 135 grados. De esta manera se controla la entrada de flujo de aire garantizando el control de la temperatura para tener en todo momento una temperatura agradable.
Y ante la lluvia, la pérgola bioclimática proporciona máxima confortabilidad ya que sus lamas se cierran por completo creando un espacio interior hermético.
¿Qué opción te convence más?