Decidirse por un cerramiento con pérgola para tu terraza puede ser la solución más eficaz para disfrutar de un espacio multifuncional.
Tener en tu ático una terraza es disponer de un espacio al aire libre en el que esparcirte y desconectar después de una larga jornada de trabajo o donde poder compartir con los tuyos una tranquila merienda. Pero lo cierto es que a veces estar al descubierto sin ningún tipo de protección puede no ser tan agradable.
Cerramiento con pérgola a tu medida
Conseguir compaginar aire libre con protección es posible con un cerramiento con pérgola. Gracias a la sencillez de su estructura puede instalarse en cualquier espacio, por pequeño pueda parecernos. Además se puede adaptar fácilmente a las características de la terraza, salvando esquinas y recovecos.
Un cerramiento con pérgola te permitirá crear una zona nueva en tu casa a la que puedes dar tu toque personal. Las opciones son muchas y ten en cuenta que cada diseño se realiza a media, por tanto puedes crear una pérgola única.
Si tienes una terraza amplia puedes optar por instalar una pérgola con toldos fijos para crear un espacio semicubierto en el que instalar una zona de comedor y otra de relax con unos sillones de mimbre y unos mullidos almohadones. Como a veces la temperatura baja demasiado y puede hacer incómoda la estancia bajo la pérgola puedes añadir unos toldos verticales que subas o bajes según los momentos.
Otra posibilidad, muy adecuada sobre todo para terrazas pequeñas, es instalar una pérgola con cubierta móvil. Estas pérgolas permiten combinar aire libre con protección por lo que su multifuncionalidad es muy grande.
Entre las posibilidades de las cubiertas móviles están las cubiertas lisas, es decir en las que el toldo superior queda extendido de forma plana. En caso de que el espacio a cubrir sea muy grande su suele poner un travesaño que divide el techo. De esta forma se puede jugar con la luz y el aire dejando un toldo cerrado del todo y el otro abierto o a medias.
También se puede optar por una cubierta móvil de toldos ondulados. Las ondas permiten una mejor ventilación porque al dejar pequeños espacios abiertos el viento puede pasar, garantizando así un ambiente más agradable en la zona de descanso.