Madera, hierro, acero… ¿Qué material debo escoger para hacer mi pérgola? Si te estás planteando esta pregunta te invitamos a descubrir las ventajas de una pérgola de acero, un material altamente resistente, ligero y que te permitirá hacer un diseño totalmente personalizado.
Pérgola de acero, ligera y resistente a la vez
Sin duda uno de los requisitos que buscamos en una pérgola es la firmeza; es decir, que la estructura sea estable y que resista los golpes del uso diario y las inclemencias del tiempo. Pues bien, una opción que pasa con éxito estas pruebas es una pérgola de acero.
Escoger el acero frente a otros materiales como la madera o el hierro resulta aconsejable por varios motivos:
- Resistencia. Una pérgola de acero es una estructura muy firme y estable. El acero es un material muy fuerte que no se dobla ni resquebraja y que tolera la fuerza del viento sin problema.
- Ligereza de la estructura. Que el acero sea resistente no implica que tenga que ser pesado, de hecho una pérgola de acero pesa poco y esto la hace ideal para instalarla en terrazas de ático donde no conviene cargar la estructura.
- Bajo mantenimiento. Otra de las ventajas de una pérgola de acero es que requiere poca atención. Es un material que no se oxida y por tanto reclama poco mantenimiento y poco coste económico en reparaciones.
- Versatilidad. El acero es maleable y se pueden realizar estructuras de todo tipo.

Personaliza tu pérgola de acero y da carácter a tu jardín
En principio, una pérgola no es más que una estructura sencilla con un sistema de cobertura que nos protege de los rayos del sol y del viento. Pero podemos transformar esta estructura en un refugio con carácter propio, un espacio personalizado y práctico perfectamente integrado en el conjunto de nuestra casa.
Y esto lo podemos hacer con una pérgola de acero. Como hemos mencionado el acero es maleable y resistente a la vez, así que podemos crear estructuras de grandes dimensiones, espacios a diferentes alturas, techos planos, a una o dos aguas… Los pilares pueden ser discretas columnas circulares o pilares cuadrados anchos.
El tipo de cobertura es la que dará el toque diferenciador. En una pérgola de acero puedes poner un sistema de cobertura a través de travesaños o vigas de acero que creen un espacio ventilado y con luz natural. Otra opción es mediante toldos móviles o fijos que puedes personalizar con el tipo de tela, color, estampado, y acabados para darle un toque minimalista, un toque retro o más rústico rural.
Por último puedes apostar por una pérgola de acero con sistema bioclimático en el que la lamas se orientan para controlar el viento y el sol y disponer así de una ventilación perfecta y siempre a tu gusto.