La madera es un material noble que siempre aporta belleza y calidez a sus construcciones. Por eso es normal que a la hora de diseñar un porche o refugio exterior pensemos en una pérgola de madera, pero antes de tomar la decisión es importante conocer sus inconvenientes.
Belleza con muchos cuidados
Uno de los mayores inconvenientes de instalar una pérgola de madera es la atención que necesita. De hecho es el inconveniente que resume todos los demás.
Es cierto que existen diferentes tipos de madera y que algunas son realmente duras y resistentes para garantizar la estabilidad y durabilidad de la pérgola. Sin embargo, ninguna de ellas está exenta de necesitar cuidados.

Cuando instalamos una pérgola de madera ya sea en una terraza o en un jardín la estamos exponiendo a las inclemencias del tiempo. Estar al aire libre supone soportar mucho calor, lluvia, granizo, viento, insectos… Y la madera sufre a pesar de los tratamientos antihumedad o antiparásitos.
Estos cambios de temperatura y la climatología hacen que la estructura de una pérgola de madera se hinche con la humedad, que la capa de barniz se deteriore con la fuerza de la lluvia y con la intensidad de los rayos del sol. Esto puede provocar la aparición de grietas en la madera que hay que vigilar y cuidar.
Gastos de mantenimiento
Este inevitable desgaste demanda mantenimiento. Para conservar una pérgola de madera en buen estado es casi inevitable tener que aplicar una cera protectora, lijar algunas partes o incluso volver a barnizar ciertas zonas.
Este mantenimiento, además del trabajo que supone, es un coste que hay que tener en cuenta. El gasto puede ser mínimo, comprado solo los productos y realizando nosotros los trabajos de restauración, o mayor si contratamos los servicios de una empresa o personal especializado.
Alternativas a una pérgola de madera
Teniendo en cuenta estos inconvenientes podemos optar por otras alternativas a una pérgola de madera. Una de ellas es la pérgola de obra, realizada con ladrillos, cementos y vigas, una opción firme y duradera pero que puede ocupar demasiado.
La otra alternativa es una pérgola de aluminio. Un material muy resistente y fuerte que necesita muy poco mantenimiento y permite diseñar pérgolas de formas y tamaños muy diversos.