Los patios son una pieza más de una vivienda y pueden convertirse en el punto neurálgico de la casa si se escoge bien el tipo de pérgola de patio que permite disfrutar de él durante los 365 días del año.
Una pérgola de patio para todo el año
Ya sea el patio grande o pequeño si se instala una pérgola de sistema bioclimático se habilita un espacio para disfrute en cualquier momento, haga el tiempo que haga. Sí, has escuchado bien, haga el tiempo que haga.
Esta es sin duda una de las mayores ventajas que ofrece una pérgola de patio bioclimática. Este sistema se distingue por una cubierta realizada con lamas de aluminio móviles que se solapan entre sí. Esto permite cerrar por completo la cubierta que gracias a un sistema de gomas ajustan el techo para garantizar su hermeticidad. De este modo en caso de lluvia el interior permanece seco y aislado.
No acaban aquí las ventajas. El sistema de lamas móviles permite abrir y cerrar la cubierta a gusto. Se puede cambiar su orientación y grado de inclinación de manera que se controla la cantidad de aire, calor y luz que pasa al interior. Esto ayuda a controlar la temperatura de modo natural y a tener un espacio cómodo y bien ventilado.
Otras soluciones
Si el sistema bioclimático no te convence, hay otras opciones como las cubiertas con toldo, las de placas de policarbonato o unos sencillos travesaños o vigas de aluminio.
Una pérgola de patio con toldo es también una excelente y práctica opción. Además estéticamente aporta mucho estilo a la vivienda y convierte el patio en un espacio acogedor.
Los toldos para pérgolas pueden ser fijos o móviles, manuales o motorizados. Recomendamos los móviles ya que permiten jugar con las luces y sombras, es decir, resultan mucho más versátiles. En cuanto a los tejidos, hay telas para todas las situaciones. Tejidos para proteger del sol, telas que resisten el viento y los que aportan impermeabilidad. Lo bueno de una pérgola de patio con toldo es que se puede personalizar más que cualquiera de las otras opciones.