Una de las formas más sencillas de aprovechar aún más tu jardín es instalando una pérgola. Para que te resulte fácil te explicamos todos los pasos y aspectos que debes tener en cuenta para hacer una pérgola.
Como es lógico, cuando nos planteamos hacer una pérgola queremos que sea práctica, cómoda, bonita, duradera y, además de todo esto, económica. Parece mucho pedir, pero es posible conseguirlo.
Lo que debes tener en cuenta para hacer una pérgola
El punto de partida debe ser meditar con detenimiento para qué quieres una pérgola. En función de tus necesidades es como puedes empezar a escoger y descartar opciones.
Por definición una pérgola es una estructura que proporciona protección ante el sol, el viento e incluso la lluvia y que permite disfrutar del aire libre. A esto se le añade el uso que vayas a darle que puede ser una simple zona de relax al salir de la piscina, un espacio para comedor o una extensión del salón de tu vivienda que puedas utilizar durante todo el año.
Guía para hacer una pérgola
En función del uso que quieras hacer de la pérgola y del espacio del que dispones puedes comenzar a proyectar tu pérgola teniendo en cuenta:
- Orientación al sol. Estudia la mejor ubicación para tener una buena protección ante el viento y para saber cómo colocar las cubiertas dependiendo de las horas de sol.
- Obstáculos naturales y arquitectónicos. Observa qué hay en el entorno donde quieres hacer una pérgola: árboles, setos, jardineras, rocas, bajantes, tuberías o columnas y pilares. Elementos que tendrás que esquivar o incorporar a tu nuevo espacio de protección.
- Dimensiones y forma. Dependiendo del espacio disponible y de para qué lo quieras calcula el tamaño y forma: una pérgola cuadrada, rectangular, con techo a diferentes alturas…
- Material para la estructura. Si vas a hacer una pérgola en una zona cálida puedes optar por la madera como base, mientras que si es para una zona lluviosa, piensa mejor en algo más resistente como el aluminio. También puedes hacer una pérgola con estructura de hierro o de obra.
- Sistema de cobertura. Las principales opciones son: techo de travesaños, de toldos con sistema de recogida y el sistema más avanzado, el sistema de pérgolas bioclimáticas a través de lamas orientables.
- Accesorios y complementos. Para personalizar aún más tu pérgola puedes añadir una instalación de iluminación y de hilo musical. Si vives en una zona cálida también puedes añadir un sistema de humidificación que te permita estar en la pérgola incluso en las horas de más intensidad del sol.