Pergolas de Aluminio

INSTALACIONES EN LA COMUNIDAD DE MADRID

Pérgolas bioclimáticas vs de toldos 

Al hablar de pérgolas los dos modelos que más demanda tienen son las bioclimáticas y las de toldos. Para tomar una decisión que te lleve a rentabilizar tu dinero y que te permita disfrutar al máximo de tu espacio al aire libre, lo mejor es conocer qué te ofrece cada una de ellas. 

Pérgolas de toldos, practicidad y elegancia

Desde hace mucho tiempo las pérgolas de toldos lideran el ránking de los sistemas de protección en terrazas y jardines. Este puesto se lo deben, entre otros, a dos aspectos: practicidad y elegancia. 

El sistema de toldos está pensado para que decidamos cuándo queremos sol y cuándo no. Disponer de un porche en el que controlamos la sombra, la iluminación y, hasta cierto punto, la temperatura del habitáculo es evidentemente un punto a su favor. 

Pero además una pérgola de toldos es elegante. Viste tu jardín convirtiéndose en un elemento más de tu estilo de interiorismo. Su tipo de recogido (en rollo plano o con ondas) unido a los colores e incluso estampados del tejido aportan un toque personal a tu jardín. 

Sistema bioclimático, máximo control durante todo el año

Si bien en las pérgolas de toldo su gran baza es la personalización y su papel importante en la decoración, en las de sistema bioclimático la funcionalidad es punto fuerte

Es verdad que desde el punto de vista estético las pérgolas bioclimáticas son más limitadas. Se puede jugar con el color, tamaño y forma de los pilares y los accesorios como cortinas de tela o de cristal, pero, digamos, que son más estándar. 

En contrapartida este sistema es el único que permite controlar la temperatura del habitáculo con mayor precisión. Su sistema de lamas de aluminio móviles hace posible decidir en todo momento cuánta luz y aire pasa y, de este modo, regular la temperatura de manera natural

Cuando las lamas se cierran del todo el techo queda perfectamente aislado gracias a un sistema de gomas que garantiza el sellado y hermeticidad. 

Y todos estas variaciones en la orientación de las lamas se pueden hacer mediante automatismos con sensores de luz, viento e intensidad del sol que se programan y ayudan a mejorar su manejo y eficiencia. 

¿Ya tienes más claro cuál te interesa?