Aunque los días son todavía grises, cortos y aún hace frío, ahora es el momento de instalar las pérgolas de jardín para tener todo listo para la llegada del buen tiempo.

Adelántate al buen tiempo
Antes de que nos demos cuenta las tardes soleadas y cálidas llegarán de nuevo y será el momento de salir a nuestro jardín para disfrutar del aire libre y relajarnos.
Para estar preparados lo mejor es anticiparse y ponerse ya manos a la obra para escoger e instalar el tipo de pérgola que mejor servicio nos pueda dar.
No es que la instalación de las pérgolas de jardín sea complicada y precise mucho tiempo, pero si es recomendable realizar una búsqueda de la pérgola que mejor encaje con nuestras necesidades y nuestros gustos con calma y valorando todas las ofertas del mercado.
Estudia todas las opciones
En pérgolas de jardín hay múltiples opciones. Aunque todas cumplen con el objetivo primordial de dar protección ante el sol, el viento y la lluvia cada modelo presenta sus peculiaridades.
Antes de decidirte por un modelo concreto ten en cuenta los siguientes aspectos:
- Dimensiones. Mide los metros de tu jardín y piensa cuántos metros puedes destinar a la pérgola sin que te quedes sin espacio descubierto.
- Situación. El lugar adecuado para la pérgola hay que elegirlo teniendo en cuenta la orientación de sol, las corrientes de aire, las entradas a la vivienda y otros elementos del jardín como piscina, plantas y lindes con otros vecinos.
- Uso de la pérgola. También es muy importante tener claro para qué queremos este espacio. Las pérgolas de jardín pueden ser un espacio para comer, de protección solar tras un baño en la piscina y un “cuarto de estar” sin paredes.
Madera o aluminio

En cuanto a los materiales para las pérgolas de jardín los más empleados son la madera y el aluminio. La madera crea espacios bellos, muy acogedores y con un aire rústico, pero presentan el inconveniente de que necesita más atención para su cuidado. Al menos una vez al año hay que darle un tratamiento para protegerla de las inclemencias del tiempo y para que permanezca en perfecto estado.
El aluminio en cambio es un material que apenas requiere atenciones. Su mantenimiento es casi nulo o mínimo y proporciona estructuras firmes y con un aire moderno.
Ambas opciones de estructura se pueden completar con diferentes sistemas de cobertura que abarcan desde los travesaños fijos (de madera o aluminio) hasta los sistemas de toldos móviles (lisos o con ondas) y los más avanzados, los bioclimáticos, que permiten un completo control de la temperatura y ambiente de la pérgola.