Pérdida de color, lluvia con tierra, hojas, excrementos de pájaros, impactos de granizo… estos son algunos de los daños que puede sufrir tu coche al estar a la intemperie. La solución: proteger tu vehículo con una pérgola para garaje.
Con la instalación de una pérgola como garaje crearás un espacio de protección para tu vehículo sin las complicaciones que supone construir un garaje al uso.
Sencillez y funcionalidad
Una pérgola como garaje es la solución más práctica y a la vez económica que se puede realizar para cuidar un automóvil.
Hay muchos edificios y viviendas unifamiliares que al proyectarse no contemplaron la posibilidad de construir un garaje. Pero las circunstancias pueden llevar a la necesidad de tener un espacio de protección contra las inclemencias del tiempo.
Construir un garaje es a menudo demasiado complicado y costoso. Por eso, la instalación de una pérgola para garaje es la manera más sencilla de tener lo que necesitamos.
Además, este tipo de estructuras destacan por su gran funcionalidad. Dan cobertura y rapidez de acceso.
Pérgolas personalizadas
Otra de las ventajas que ofrece una pérgola como garaje es que se pueden realizar a medida de lo que se necesita. Al ser una estructura sencilla se puede adaptar a las características del terreno y salvar los obstáculos naturales y arquitectónicos que puedan existir.
De este modo puedes proteger tu coche diseñando una pérgola con las dimensiones que quieras. Por ejemplo, en una casa unifamiliar puedes construir una pérgola aledaña a la vivienda que se integre en el conjunto de la edificación. De esta manera habrás creado un garaje abierto donde aparcar fácilmente tu coche al llegar a casa.
Si la pérgola para garaje es para un centro de oficinas o un almacén, se puede situar en una zona algo más alejada del edificio. La pérgola formará parte de la zona de parking de la empresa y, lo bueno, es que puede alcanzar grandes dimensiones.
Si buscas funcionalidad, sencillez y bajo coste: una pérgola para garaje.