Es innegable que las pérgolas de madera son una de las opciones estéticamente más bonitas. Este material aporta calidez a las estructuras y contribuye a crear un rincón acogedor donde pasar una tranquila tarde. Pero ¿cuál es la mejor madera para pérgolas?
La madera es uno de los materiales clásicos en la construcción desde hace cientos de años. Se conocen bien sus características y sus propiedades y por eso los expertos saben escoger entre todos las variedades la más aconsejable para cada zona.
Por eso, a la hora de escoger la madera para pérgolas conviene tener en cuenta la climatología a la que se va a someter. También es importante saber la ubicación de la pérgola dentro de la finca para conocer las horas de exposición directa al sol, las horas de sombra, si hay cerca un muro, zonas húmedas, etcétera.
Tipos de madera para pérgolas
Hay muchos tipos de madera para pérgolas y entre todos ellos destaca la madera de pino y la de caoba. El pino es la madera más escogida para hacer estructuras de pérgolas porque es una madera dura y de alta resistencia.
Además es un árbol bastante común y fácil de encontrar. Esto lo convierte en un material excelente por sus propiedades y por su coste asequible.
Además de estas maderas también se emplean otras como el abeto, el roble, el tilo, el haya natural, el fresno y el castaño. Estas maderas son todas comunes en los bosques europeos.
Si hablamos de maderas procedentes de América destacan las maderas para pérgolas de cerezo, roble americano, pino de Oregón, el maple y el nogal.
Tratamientos y cuidados periódicos
Cualquiera de estas madera es un material ideal para diseñar la estructura de una pérgola de madera, pero como es un material natural delicado hay que cuidarlo.
Cuando se realiza hay que aplicar tratamientos adecuados antihumedad, antihongos y parásitos. Después lijar y barnizar con productos de calidad que ayuden a prolongar su vida. A pesar de estos tratamientos la madera sufre en la intemperie y es inevitable tener que realizar trabajos de mantenimiento periódicos para preservar la pérgola en perfectas condiciones.