Las pérgolas de madera son una de las opciones más clásicas en un jardín y también para la terraza de un ático. Para que su efectividad sea mayor es aconsejable instalar toldos para pérgolas de madera.
El complemento perfecto
Cuando se habla de una pérgola nos referimos a una estructura que nos ofrece una protección contra el sol y el viento para poder estar al aire libre tranquilamente. Una pérgola de madera puede tener un techo a base de travesaños también de madera; en este caso la ventilación es muy buena, pero en ocasiones la protección no es demasiada.
Si se opta por instalar un toldo, la protección será mayor y por tanto la comodidad también. Así que el toldo se convierte en el accesorio imprescindible.
Tipos de toldos para pérgolas de madera
Llegados a este punto la cuestión es saber qué opciones tenemos, es decir, qué tipos de toldos para pérgolas de madera hay.
Las opciones son varias y la elección de una concreta estará relacionada con la función que queramos darle a la pérgola.
Pérgolas en zonas de mucho sol
Cuando la casa está situada en una zona de mucho calor donde la exposición a la intensidad del sol es grande conviene que los toldos para pérgolas de madera sean de tejido acrílico.
Este tipo de lona se caracteriza por aislar bien la zona de descanso. Retiene el calor en la parte exterior garantizando un ambiente cómodo en el interior. Otra opción útil en zonas de intensidad de sol es el tejido llamado sreen out. Este tejido está hecho con fibra de vidrio con recubrimiento de PVC. El resultado es un tejido de mayor grosor que por su composición ayuda a retener el calor en la parte exterior lo que evita que debajo del todo haga mucho calor.
Pérgolas para zonas lluviosas
Si la ubicación de la vivienda es una zona con frecuentes lluvias es aconsejable instalar toldos para pérgolas de madera de PVC. Sus características lo convierten en el mejor tejido para repeler el agua y mantener la zona interior seca.
Para estas situaciones también es bueno añadir al tejido del toldo un tratamiento contra algas y el moho. De este modo prolongaremos la vida útil de nuestra pérgola.
